
¡Hola! Feliz domingo, te espero con facturas y el mate listo para traerte el disparador de nuestro noveno día de desafío.
Estamos empezando a experimentar, a probar técnicas, pero sobre todo: a entrenar la mirada. A conectarnos con nuestra creatividad, no para ir hacia lo extraordinario, sino para encontrarlo en lo ordinario (y agregarle ese «extra» con nuestra forma de ver el mundo).
Por eso hoy quiero invitarte a volver a lo cotidiano. Estuve leyendo «Pintar es volver a amar» del escritor estadounidense Heny Miller, y me gustó mucho su forma de ver esta idea que les comparto a continuación (si todavía no tenés tu mate o café, podés hacer una pausa para leerlo con tu infusión):
«Soy consciente claramente de la transformación que se produce en mí cuando me lanzo a ver el mundo con los ojos de un pintor. Las cosas más familiares, los objetos con los que he trasegado toda mi vida devienen una fuente de admiración infinita que me conmueve por completo. Una tetera, un viejo martillo, una taza desportillada, cualquier objeto que descubro en mi mano lo miro como por primera vez. Y así es, por supuesto. ¿No vivimos todos un poco sordos, un poco ciegos, privados de los sentidos? Ahora, estudiando la apariencia de un objeto, su textura, su manera de hablar, entro de lleno en su vida, en su historia, en todas las revelaciones que ha de hacerme todavía. Advierto que los objetos son como las personas: algunos hacen buena compañía, otros simplemente rodean. Algunos se muestran felices y elocuentes cuando entran en contacto con otro. Yo no había concedido gran valor a la composición, aunque obviamente era por negligencia. ¿Los objetos que amaba se veían bien juntos? Yo les hacía preguntas. ¿Estaban felices en el arreglo voluntario o accidental en que se encontraban? ¿Alguna vez alguien ha notado que los guijarros recogidos de una playa se reconocen cuando las tenemos en nuestras manos y las acariciamos? ¿Acaso no adquieren una nueva expresión? Una vieja tetera que uno frota con un gesto tierno. Incluso un hacha: bien cuidada, todavía puede servir a su amo con amor. Siempre he amado y reverenciado los objetos viejos, los usados, los marcados por el paso del tiempo y los acontecimientos humanos. No me considero muy diferente(…)»
-Henry Miller
Termino de leer este párrafo y miro a mi alrededor. Seguro me escuchaste decir la frase «el artista es un coleccionista» – quizás sea mi forma romántica de llamarme acumuladora – pero me encanta guardar recuerdos. Una piedra de un viaje, un caballito de madera de mi abuela, una vela que me regalaron, un anillo con significado. Siento que me rodeo de sentido, y que mi espacio es muy yo. Pero, ¿cada cuánto le prestamos atención a lo que nos rodea?
¿Coleccionás cosas en tu escritorio? ¿Qué objetos te rodean?
En el disparador de hoy te propongo ver esos objetos que tienen valor para vos con una mirada nueva, y documentarlos en una hoja de tu sketchbook.
Me encantaría ver los tuyos! Compartí tu creación en redes con el hashtag #30diasdecrearte y etiquetándome así puedo repostearlo.
¡Nos vemos mañana!
Este disparador forma parte del proyecto creativo 30 días de Crearte, en el que vas a encontrar un nuevo disparador creativo todos los días de enero. Podés ver todos los disparadores del proyecto acá.
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